Aprendizaje colaborativo

Algunas prácticas de aprendizaje colaborativo establecen equipos o grupos con capacidades mixtas para que trabajen compitiendo entre sí con el objetivo de fomentar una colaboración más eficaz. Existe una amplia variedad de estrategias pedagógicas para el aprendizaje colaborativo o cooperativo que implican diferentes tipos de organización y tareas. La tutoría entre iguales también se puede considerar un tipo de aprendizaje colaborativo, pero se analiza como un tema independiente en el Toolkit.

1. Las metodologías de aprendizaje colaborativo tienen un efecto positivo de media, y pueden ser una metodología rentable para mejorar el rendimiento.
2. El alumnado necesita apoyo y práctica para trabajar de forma conjunta, es algo que no se produce de forma automática. El desarrollo profesional puede promover el uso eficaz de las actividades de aprendizaje colaborativo.
3. Las tareas y actividades se deben diseñar cuidadosamente para que el trabajo en equipo sea eficaz y eficiente, de lo contrario, parte del alumnado podrá tener dificultades para participar o intentará trabajar por su cuenta. Es importante garantizar que todo el alumnado hable y exprese sus ideas en tareas colaborativas para que se beneficie todo lo posible.
4. Se puede utilizar la competitividad entre grupos para fomentar el trabajo en equipo del alumnado de un modo más eficaz. Sin embargo, otorgar una excesiva importancia a la competitividad puede ocasionar que el alumnado se centre en ganar en lugar de en obtener resultados satisfactorios en el aprendizaje.
5. Las metodologías de aprendizaje colaborativo más prometedoras suelen funcionar con grupos de entre 3 y 5 alumnos y un objetivo o resultado compartido.

El impacto de las metodologías colaborativas en el aprendizaje es siempre positivo, y el alumnado logra cinco meses adicionales de progreso, de media, a lo largo de un año académico. Sin embargo, la magnitud de los efectos varía, por lo que es fundamental entender bien los matices.

El aprendizaje colaborativo puede describir una gran variedad de metodologías, pero un aprendizaje colaborativo eficaz requiere mucho más que sentar al alumnado y pedirle que trabaje en parejas o en grupo; las metodologías estructuradas con tareas bien diseñadas aportan mayores beneficios de aprendizaje.

Algunas investigaciones señalan que la colaboración se puede complementar con la competitividad entre grupos, pero no siempre es necesario, y puede provocar que el alumnado se centre en competir en lugar de en el aprendizaje. Las metodologías que fomentan la conversación y la interacción entre el alumnado suelen aportar los mayores beneficios.

Las evidencias indican que tener grupos de 3-5 alumnos resulta más eficaz en las metodologías de aprendizaje colaborativo. Se observa un impacto positivo menor en el trabajo en parejas y las actividades de aprendizaje colaborativo con más de 5 alumnos por grupo. Otros datos sugieren que las metodologías de aprendizaje colaborativo son especialmente prometedoras cuando se utilizan para la enseñanza de ciencias. 

No hay muchas evidencias de la diferencia de impacto para el alumnado de entornos desfavorecidos. Algunos datos indican que las metodologías de aprendizaje colaborativo pueden beneficiar al alumnado con un rendimiento previo bajo al permitir que trabaje con sus compañeros para expresar sus ideas, compartir conocimientos y habilidades y abordar conceptos erróneos mediante el debate y el apoyo de los compañeros.

Es fundamental que se proporcione apoyo mediante actividades de aprendizaje bien estructuradas y debidamente diseñadas para garantizar que el alumnado con un rendimiento más bajo se implique, se esfuerce y aprenda correctamente. Si las metodologías de aprendizaje colaborativo solo incluyen al alumnado con un rendimiento académico alto que resuelve los problemas sin relacionarse con sus compañeros, es probable que aumenten las brechas de rendimiento existentes.

Existen muchas teorías sobre cómo el aprendizaje colaborativo podría tener un efecto positivo en los resultados del alumnado. Mediante la colaboración, el alumnado puede desarrollar la explicación, la demostración, la resolución de problemas y las habilidades metacognitivas, o puede beneficiarse de compartir la carga de las tareas más complicadas. En el aprendizaje colaborativo, es importante que las escuelas garanticen que:

• Todo el alumnado, especialmente el que tiene un rendimiento bajo, recibe apoyo para participar plenamente.
• La organización de las parejas y los grupos se tiene muy en cuenta.
• El profesorado promueve las buenas prácticas colaborativas, por ejemplo, estructurando debates de calidad para que las actividades colaborativas sean productivas.
• El profesorado supervisa detenidamente las actividades colaborativas y apoya al alumnado que tiene dificultades o no participa.

Hay una amplia variedad de estrategias pedagógicas para el aprendizaje colaborativo o cooperativo que implican diferentes tipos de organización y tareas en el plan de estudios. No se han evaluado todas las metodologías específicas para el aprendizaje colaborativo adoptadas por los centros educativos, de manera que es importante evaluar cualquier nueva iniciativa en esta área. Probablemente se necesite desarrollo profesional para maximizar la eficacia de las metodologías y supervisar los efectos de las diferentes metodologías en el aula.

El coste medio del aprendizaje colaborativo se considera muy bajo y los costes para las escuelas se derivan principalmente de los recursos y la formación del profesorado. Al tratarse de una metodología basada en el aula, la implementación del aprendizaje colaborativo también exigirá cierta dedicación del personal docente a la planificación y supervisión, en comparación con otras metodologías.

Además del tiempo y el coste, los líderes escolares deben plantearse cómo maximizar la eficacia del aprendizaje colaborativo mediante el desarrollo profesional del profesorado para promover el uso de tareas bien diseñadas. Además, deben supervisar detenidamente el impacto de las metodologías en el alumnado con un rendimiento más bajo.

La fiabilidad de las evidencias en torno a las intervenciones de aprendizaje colaborativo se considera elevada. Se identificaron 212 estudios que cumplen los criterios de inclusión del Toolkit. El tema bajó tres grados en la solidez de la evidencia porque:

• Recientemente se han realizado muy pocos estudios, lo que implicaría que los estudios no son representativos de la práctica real.
• Un gran porcentaje de los estudios no se evaluaron de forma independiente. Las evaluaciones realizadas por organizaciones vinculadas a la metodología, por ejemplo, proveedores comerciales, suelen tener un impacto mayor, lo que puede influir en el impacto general del tema.

Existe una gran variación por causas desconocidas entre los resultados incluidos en el tema. Todas las revisiones muestran cierta variación en los resultados, por lo que es importante analizar más allá de la media. La variación por causas desconocidas (o heterogeneidad) reduce nuestra certeza en los resultados, ya que no hemos podido probar en el análisis cómo el contexto, la metodología o el enfoque influyen en el impacto.