Participación de la familia

Evidencia

Participación de la familia

La participación de la familia se define como su implicación en el aprendizaje académico de sus hijos e hijas.


0

+ 4

97

¿En qué consiste?

La participación de la familia incluye:

  • Metodologías y programas que tienen como objetivo desarrollar destrezas parentales como la alfabetización o competencias informáticas;
  • Metodologías generales que alientan a la familia para que ayude a sus hijos e hijas con, por ejemplo, la lectura o los deberes;
  • La implicación de la familia en las actividades de aprendizaje de sus hijos e hijas; y
  • Programas más intensivos para familias en crisis.

Conclusiones principales

  1. La participación de la familia tiene un impacto positivo al lograr una media de 4 meses adicionales de progreso. Es esencial plantearse cómo lograr la participación de toda la familia para evitar que las brechas de rendimiento aumenten.
  2. Plantearse cómo adaptar las comunicaciones de la escuela para favorecer un diálogo positivo sobre el aprendizaje. Existen ciertas evidencias que indican que los mensajes personalizados relacionados con el aprendizaje pueden promover interacciones positivas.
  3. Las estrategias de participación de la familia suelen ser más eficaces con familias de alumnado muy joven. Es importante plantearse cómo se puede mantener la participación de la familia según va creciendo el alumnado. Por ejemplo, ofrecer comunicaciones flexibles (p. ej., sesiones cortas en horarios flexibles) podría facilitar que la familia del alumnado de más edad se implique con en la escuela.
  4. Plantearse qué apoyo se puede proporcionar a la familia para garantizar que el aprendizaje en casa sea de calidad. Por ejemplo, proporcionar estrategias prácticas con consejos, apoyo y recursos que contribuyan al aprendizaje en casa puede ser más beneficioso para los resultados del alumnado que simplemente regalar un libro al alumnado o pedir a la familia de forma general que ayude a sus hijos e hijas.

¿Qué eficacia tiene?

El impacto medio de las metodologías de participación de la familia es de unos cuatro meses adicionales de progreso a lo largo de un año académico. Además, se observan mayores beneficios para el alumnado con un rendimiento previo bajo.

 

Las evidencias acerca de cómo mejorar el rendimiento a través del aumento de la participación de la familia son contradictorias y poco concluyentes. Hay ejemplos en los que la combinación de estrategias de participación de la familia con otras intervenciones, como el acceso a servicios educativos ampliados en la primera infancia, no se asocia con ningún beneficio educativo adicional. Esto sugiere que el desarrollo eficaz de la participación de la familia para mejorar los resultados académicos del alumnado supone un desafío y requiere una estrecha supervisión y evaluación.

 

Hay algunos datos que indican que el apoyo de la familia a su primer hijo o hija será beneficioso para sus hermanos y hermanas.

 

También hay indicios de que las aspiraciones de la familia son importantes para los resultados del alumnado, aunque existen pocas evidencias que demuestren que las intervenciones para cambiar las aspiraciones de la familia consigan aumentar las aspiraciones del alumnado y sus logros a largo plazo.

 

La EEF ha probado varias intervenciones diseñadas para mejorar los resultados del alumnado haciendo partícipes a las familias en diferentes tipos de desarrollo de capacidades. El mensaje sistemático que se desprende es que resulta complicado conseguir la participación de las familias en los programas. En cambio, un estudio cuyo objetivo era mejorar la participación familiar a través de mensajes de texto ofreció un efecto positivo reducido, y con costes muy bajos.

Más allá de la media

Los efectos son sustancialmente mayores en el alumnado de corta edad (+5 meses) y en las escuelas de primaria (+4 meses) que en las escuelas de secundaria (+2 meses).
Los efectos suelen ser mayores en el área de lengua (+5 meses) que en el área de matemáticas (+3 meses).
La mayoría de los estudios analizaron intervenciones de lectura en casa. Un número menor de estudios examinó las intervenciones dirigidas a mejorar las destrezas parentales.
Las metodologías en las que un progenitor trabaja directamente con su hijo o hija de forma individual suelen mostrar un impacto mayor (+5 meses). El alumnado con un rendimiento más bajo parece beneficiarse especialmente.
Las metodologías de participación de la familia se han evaluado en 10 países de todo el mundo con resultados en general similares.

Disminuir la brecha de la desventaja

El alumnado desfavorecido tiene menos probabilidades de beneficiarse de disponer de un espacio para desarrollar el aprendizaje en casa. Las evidencias también sugieren que el alumnado desfavorecido logra un progreso académico menor y, en ocasiones, los niveles de rendimiento retroceden durante las vacaciones de verano, debido al nivel de actividades de aprendizaje formal e informal en las que pueden (o no) participar. Al diseñar y ejecutar metodologías eficaces para favorecer la participación de la familia, los centros educativos y el profesorado pueden mitigar algunas de estas causas de desventaja educativa apoyando a la familia para que ayude en el aprendizaje de sus hijos o hijas o en su autorregulación, así como en destrezas concretas como la lectura.

 

Sin embargo, las estrategias de participación de la familia tienen el riesgo de aumentar las brechas de rendimiento si las familias que acceden a estas oportunidades proceden principalmente de entornos acomodados. Es esencial plantearse cómo conseguir que las estrategias de participación de la familia resulten útiles para todas las familias.

 

Aunque animar a las familias a participar directamente en los deberes puede parecer atractivo, las escuelas deben considerar si los padres cuentan con los conocimientos y las capacidades necesarios para proporcionar el apoyo adecuado, especialmente en la etapa de secundaria. Las intervenciones diseñadas para implicar a las familias en los deberes no se han relacionado, en general, con un aumento del rendimiento. Es más probable que los estudiantes con dificultades académicas soliciten ayuda a sus familias con los deberes, pero quizás las familias desconozcan cuáles son los métodos pedagógicos más eficaces. Por ese motivo puede ser más eficaz alentar a las familias a remitir a un alumno con dificultades a sus profesores en lugar de asumir el papel educativo.

¿Cómo puedes implementarlo en tu entorno educativo?

El mecanismo clave de las estrategias de participación de la familia es mejorar la calidad y la cantidad del aprendizaje que se produce en el entorno de aprendizaje en casa. En la práctica resulta muy complicado implementarlo. Algunos elementos clave que el centro educativo podría seleccionar para implementarlo son:

  • adaptar las comunicaciones para favorecer un diálogo positivo sobre el aprendizaje
  • revisar periódicamente la eficacia con la que la escuela trabaja con las familias e identificar áreas de mejora
  • ofrecer un apoyo más intensivo y continuo cuando sea necesario

 

En la implementación de las estrategias de participación de la familia se deben tener en cuenta las posibles barreras a la implicación de la familia. Por ejemplo, si se ha puesto a disposición de las familias trabajadoras la posibilidad de realizar sesiones cortas en horarios flexibles, o incluso una participación remota, cuando sea posible.

 

Las metodologías de participación de la familia suelen ejecutarse durante un curso académico, ya que el desarrollo de relaciones eficaces entre la escuela y las familias requiere un esfuerzo continuo durante un periodo prolongado.

Coste

En general, los costes medios de implementar la intervención de participación de la familia se consideran muy bajos. La mayoría de los costes se derivan del desarrollo y la formación del personal docente, y es probable que todos sean costes iniciales.

 

Si bien el coste medio estimado de las metodologías de participación de la familia es muy bajo, la opción de incluir formación continua adicional del personal docente, materiales, recursos y tiempo adicional del personal docente provoca que los costes puedan variar de muy bajos a moderados.

 

Estas estimaciones de costes dan por sentado que las escuelas ya pagan por la tecnología para comunicarse con las familias, y por las instalaciones necesarias para celebrar las reuniones presenciales. Todos estos costes son un requisito previo para implementar estrategias de participación de la familia, ya que sin ellos el coste probablemente sea mayor.

¿Qué fiabilidad tienen las evidencias?

La fiabilidad de las evidencias en torno a la participación de la familia se considera elevada. Se han identificado 97 estudios. En general, el tema bajó un grado en la solidez de la evidencia porque un gran porcentaje de los estudios no se evaluó de forma independiente. Las evaluaciones realizadas por organizaciones vinculadas a la metodología, por ejemplo, proveedores comerciales, suelen tener un impacto mayor, lo que puede influir en el impacto general del tema.