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El último paso de una investigación siempre es el establecimiento de conclusiones. Una conclusión empírica siempre debe responder a la pregunta que nos hayamos formulado en el inicio de la investigación y debe contener dos elementos fundamentales: la afirmación y las evidencias.
El alumnado identificará estos elementos a través de un cómic interactivo protagonizado por un grupo de niños que quieren aprender a hacer de científicos con la ayuda de una joven investigadora.
Te recomendamos emplear este recurso con los niveles de Competencia Digital Docente:
Como se especifica en la introducción del recurso, una buena conclusión, tanto si se expresa de forma oral como por escrito, debería contener siempre dos elementos fundamentales: la afirmación y las evidencias. La afirmación corresponde a la frase o sentencia que da respuesta a la pregunta investigable que nos hemos formulado.
Las evidencias son los elementos que justifican y avalan la afirmación, y provienen de los datos, tanto si son cuantitativos como cualitativos, que se habrán obtenido a través de la observación o la experimentación.
Este recurso se puede utilizar en una secuencia de actividades en la que el objetivo de aprendizaje sea explícitamente la escritura de conclusiones empíricas o bien como complemento de una secuencia de actividades en la que se implique al alumnado en un proceso de investigación empírica.
Respecto al modo de usarlo, se proponen cinco momentos clave.
Al inicio del recurso, cuando se pide al alumnado que escriba una conclusión empírica, es recomendable no dar ninguna indicación de cómo hacerlo, simplemente recordar que hay que responder a la pregunta formulada teniendo en cuenta los datos obtenidos.
Durante el diálogo entre los chicos del grupo y la joven investigadora, que sirve para introducir la información básica sobre qué se considera una buena conclusión empírica, si es necesario, se puede ayudar al alumnado a aclarar la información introducida, sobre todo la distinción entre afirmación y evidencias.
Durante la realización de los ejercicios interactivos propuestos, es interesante que el maestro o la maestraidentifique las dificultades principales que tienen los alumnos para poder comentarlas al final de la actividad.
Al final del recurso podemos proponer que se compartan, en parejas o en pequeños grupos, las propias autoevaluaciones de la conclusión escrita al inicio del recurso.
Para cerrar la actividad, se puede realizar una reflexión final donde se subraye el hecho de que las buenas conclusiones siempre contienen los dos elementos indicados (afirmación y evidencias), aunque pueden estar escritos de formas muy diferentes.