
La evolución del laúd
Aunque al principio tenía cuatro cuerdas, en el siglo ix un cantante legendario, Ziryab, añadió la quinta. Ziryab tuvo que abandonar la corte de Bagdad a causa de la envidia de su maestro y acabó instalándose en Córdoba, donde fundó una escuela de música de gran reputación, considerada, en cierto modo, el primer conservatorio de la historia. Ziryab tiñó la cuerda de rojo y la asoció a la respiración, al aliento vital, al alma.
Escucha la voz y el laúd.