Compartiendo evidencias con nuevas estrategias para la clase de Matemáticas

El pasado mes de octubre, EduCaixa celebró el congreso en línea Atrévete con la Creatividad Matemática, donde los maestros participantes expusieron los resultados cosechados por su alumnado tras un ciclo de formación recibida el curso pasado de  la mano de reconocidos expertos en didáctica de las Matemáticas.

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Suele hablarse de la brecha entre la teoría de la educación y la práctica en el aula, de la desconexión entre investigadores y “expertos”, y la realidad diversa del alumnado. Tender puentes entre ambos lados del mismo río es necesario. Y también es posible.

El vivo ejemplo de ello es el ciclo de acción formativa Atrévete con la Creatividad Matemática, impulsado por EduCaixa el curso pasado, y cuyo objetivo es llevar maneras diferentes y creativas de enseñar las Matemáticas a las aulas de Primaria. En este ciclo contamos con la colaboración de los matemáticos y expertos en didáctica de las Matemáticas Anton Aubanell, Fernando Blasco, Laura Morera, Guido Ramellini y Eulàlia Tramuns, y con la profesora de Secundaria Belén Garrido, experta en geometría y papiroflexia.

Justo el pasado 14 de octubre se celebró en línea el “congreso de cosecha” o de recogida de evidencias, en el que los maestros participantes en la formación explicaron al resto de colegas y a sus mentores cómo habían puesto en práctica con su alumnado lo que habían aprendido en las sesiones formativas del curso pasado.

El aprendizaje para los mentores no fue menor al constatar la riqueza de aplicaciones que tuvieron sus enseñanzas, cómo confluyeron diversas ideas y estrategias en cada proyecto, los sorprendentes efectos en el alumnado y la capacidad de este para enriquecer los proyectos como protagonista activo de los mismos, no como receptor pasivo.

Vaya por delante el reconocimiento a todos esos docentes que, pese a estar en plena pandemia, con el curso recién empezado y tomando aún el pulso a los nuevos desafíos educativos, hicieron el esfuerzo de participar en el congreso y contarnos sus hallazgos.

Por difícil que fuera el contexto, tanto del curso pasado como de este, se impuso la capacidad de los docentes para impulsar maneras diferentes de enseñar las Matemáticas y, sobre todo, para motivar al alumnado con las Matemáticas. Cabe precisar que la mayoría de maestros que presentaron sus trabajos procedían, además, de centros educativos de alta complejidad y amplia diversidad de necesidades de aprendizaje.

De la exposición de sus proyectos y sus iniciativas pudo concluirse lo siguiente:

• La mayoría empleó el aprendizaje entre iguales, bien entre compañeros de la misma clase, bien entre niveles (2.º y 5.º, por ejemplo). Los mejores aprendizajes se dieron justo cuando los alumnos se enseñaban entre ellos o cuando sugerían mejoras al profesor.

• Era frecuente que brillaran alumnos que generalmente no destacaban en Matemáticas, lo cual supuso una inyección de orgullo para ellos, y también nuevas maneras de aprender para los demás. Las clases de Matemáticas eran más ricas al integrar a un alumnado más numeroso y más diverso.

• Se desarrolló un alto grado de autonomía e iniciativa del alumnado, que llegó a plantear ideas propias en las actividades, incluso propuestas para reorientarlas y modificarlas.

• Todos los docentes hablaban con orgullo de sus estudiantes. Todos concluyeron que quienes trabajaron fueron los niños y las niñas, y los adultos se limitaban a supervisar el desarrollo de las actividades.

• Las conexiones con el pensamiento computacional se dieron de manera natural.

• Si bien cada experto formador se centró en un aspecto de las Matemáticas desde el punto de vista didáctico, los docentes asistentes a la formación trasladaron su aprendizaje de una manera integral al aula, lo que dio lugar a proyectos muy ricos en conexiones entre lo que expusieron unos expertos y otros.

• Todas las actividades que plantearon los docentes tuvieron un alto grado de “cosecha propia”, tanto por su propia manera de entender las matemáticas como por su contexto concreto. Es decir, hicieron suyas las lecciones de los expertos al integrarlas con su manera de entender y enseñar las Matemáticas, y con las características de su alumnado.

Los propios mentores quedaron sorprendidos del resultado de su formación y de la capacidad de los maestros y las maestras para conectar el conocimiento adquirido con la realidad de su aula y de su alumnado diverso, y cómo especialmente destacaron aquellos estudiantes menos motivados hasta entonces por las Matemáticas.

Tender puentes es posible y hacen falta más. Conscientes de ello, en EduCaixa orientamos nuestras iniciativas de formación y de desarrollo profesional docente precisamente a conectar teoría y práctica, investigadores, docentes y alumnado, para que puedan enriquecerse entre ellos y generar mejoras significativas en la enseñanza y el aprendizaje. Pero, además, impulsamos que la mejora no se quede en el aula del docente transformador, sino que trascienda y multiplique su potencial. De ahí, la importancia de promover que los docentes generen sus propias evidencias de aula y las difundan fuera de esta, como ha ocurrido en Atrévete con la Creatividad Matemática.