Lecciones desde China (I). ¿Qué y cómo enseñar?

Estudio

Lecciones desde China (I). ¿Qué y cómo enseñar?

Una reflexión a raíz de la crisis del Covid-19


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· La revista académica Best Evidence of Chinese Education publica un monográfico sobre las estrategias de enseñanza on-line que han mantenido viva la educación en China durante más de un mes con las aulas cerradas por la epidemia de coronavirus.

· La experiencia de quien nos precede arroja pautas de intervención muy útiles para cualquier sistema educativo y para cualquier centro.

La pandemia por coronavirus ha dejado la educación en standby, con el motor al ralentí, sin saber durante cuánto tiempo. Esta situación tan inédita y tan disruptiva ha sumido a la enseñanza en un mar de dudas para las que no hay respuesta; no hay estudios ni evidencias. Lo único que sabemos es que, antes que nosotros, China ha pasado por lo mismo. Allí se cerraron colegios, institutos y universidades en febrero y a mediados de marzo los alumnos comenzaron a regresar a las aulas de manera escalonada.

Pero podemos saber mucho más gracias a los análisis publicados en Best Evidence of Chinese Education, la edición china del Best Evidence in Brief, que es la recopilación científica de evidencias educativas internacionales que realizan investigadores de la Universidad de York (UK) y la Universidad Johns Hopkins (EE. UU.) y que difundimos periódicamente en EduCaixa.

El pasado 15 de marzo, Best Evidence of Chinese Education dedicó un monográfico a la respuesta dada por el gobierno chino a la suspensión prolongada de las clases en lo que se convirtió en “la actividad educativa on-line de mayor alcance de la historia de la humanidad”, según define el editorial de la publicación (ver original).

‘School’s Out, But Class In’ fue el nombre dado a la campaña creada por el Ministerio de Educación chino para embarcar a sus 270 millones de estudiantes y sus casi 20 millones de centros educativos (incluidas universidades) en un nuevo sistema de educación a distancia, básicamente on-line y reforzado por acuerdos con plataformas tecnológicas y canales de televisión para llegar hasta el último rincón rural del gigante asiático. Definir bien “qué enseñar” y “cómo enseñar” fueron las prioridades marcadas por el gobierno a sus administraciones y a sus escuelas (ver artículo original).

Todo un ejemplo del que pueden extraerse numerosas enseñanzas como, por ejemplo, la definición de las características esenciales que sustentan este nuevo modelo educativo a distancia en la enseñanza reglada:

- Se trata de una “enseñanza escolar en casa” en la que la colaboración familiar es imprescindible. Familia y escuela son interdependientes en este nuevo régimen de “coeducación”. (Enlace aquí)

- Es un aprendizaje autónomo guiado a distancia. (Enlace aquí)

- El profesor no solo debe impartir materia, sino que debe ser un guía que ayude a los estudiantes a formular sus planes de aprendizaje y a desarrollar la habilidad de aprender de manera autónoma.

- Hay que redefinir la estructura curricular, los objetivos y los tiempos para lograrlos (incluidos los nuevos horarios de clases), así como encontrar nuevos recursos y nuevos métodos.

- Hay un doble desafío de calidad:

  • Por un lado, en la enseñanza docente: métodos, recursos y estrategias.
  • Pero también en la vida del estudiante: su salud y bienestar son claves para poder desarrollar un aprendizaje autónomo.

- Hay que garantizar un avance progresivo, aunque suave, del aprendizaje de acuerdo a los nuevos objetivos fijados.

- Es necesaria una infraestructura de internet potente que cubra la práctica totalidad del territorio.

- Cuando las aulas hayan abierto de nuevo sus puertas, nada volverá a ser igual: internet estará más presente en la enseñanza, en el aprendizaje y en la gestión educativa, y los estudiantes serán más autónomos.

 

Organización escolar

He aquí algunas de las pautas dadas por el Ministerio de Educación, basadas, por un lado en evidencias científicas sobre enseñanza y aprendizaje, pero también en la urgencia del momento y en la percepción que, sobre la marcha, se tenía del alumnado:

- Los estudiantes tienen nuevas necesidades, así que hay que evitar la tentación de limitarse a adaptar la enseñanza tradicional del aula al medio on-line: ni la planificación, ni los métodos, ni los tiempos deben ser los mismos que antes.

- Hay que coordinar al personal docente en torno a dos figuras y dos funciones:

o Unos “maestros centrales” o “principales” que lideren el proceso de enseñanza-aprendizaje y que sean los que graben las lecciones, busquen los recursos adecuados y tracen la guía de aprendizaje para los estudiantes.

o El resto de docentes debe acompañar y apoyar el proceso diseñado por los maestros principales y centrarse en la atención al alumnado: comunicación con ellos, resolución de dudas…

- No hay que obligar a los alumnos a “fichar”, es decir, a estar presentes en las clases cada día ni a ver vídeos a diario.

- Tampoco la nueva enseñanza debe obligar a adquirir nuevos dispositivos ni materiales, dada la situación de precariedad económica en la que muchas familias han quedado.

- La escuela debe concienciar sobre la importancia de las medidas de prevención sanitaria.

 

Pautas y limitaciones para clases on-line

A ello cabe añadir algunas de las instrucciones dadas en algunas provincias chinas a sus escuelas, como por ejemplo:

- El nuevo horario escolar on-line debe garantizar las siguientes tres fases:

o Lección on-line grabada o en directo.

o Un tiempo on-line dedicado a resolución de dudas.

o Posibilidad de comunicación adicional con los docentes para consultar dudas a lo largo del día.

- El tiempo de cada lección on-line hecha por los docentes (bien grabada, bien en directo) no debe exceder los 20 minutos en primaria y los 30 minutos en secundaria.

- Las tareas encargadas a los estudiantes deben ser coherentes con la nueva manera de enseñar.

- Debe haber exámenes para evaluar lo aprendido de acuerdo a los conocimientos impartidos y el trabajo encomendado.

Sin embargo, China es muy grande y, aunque las clases por videoconferencia se han extendido masivamente, no han sido la única fórmula de enseñanza. En ese mes sin clases presenciales, los investigadores chinos han identificado siete prácticas:

- clases on-line en directo

- clases grabadas

- paquete de recursos (contenidos) enviado por el profesor a sus alumnos

- clases on-line en directo + clases grabadas

- clases en directo + paquete de recursos

- clases grabadas + paquete de recursos

- clases en directo + clases grabadas + paquete de recursos

Sea cual sea la fórmula que ha permitido mantener la escuela china viva, las investigaciones realizadas sobre el terreno revelan que las autoridades educativas y los colegios han tenido que hacer una meticulosa reorganización curricular y metodológica teniendo en cuenta el nuevo papel del docente como “guía” de un aprendizaje en el que los alumnos son los protagonistas (enlace aquí) y en el que las familias son arte y parte (enlace aquí).

· La revista académica Best Evidence of Chinese Education publica un monográfico sobre las estrategias de enseñanza on-line que han mantenido viva la educación en China durante más de un mes con las aulas cerradas por la epidemia de coronavirus.

· La experiencia de quien nos precede arroja pautas de intervención muy útiles para cualquier sistema educativo y para cualquier centro.

La pandemia por coronavirus ha dejado la educación en standby, con el motor al ralentí, sin saber durante cuánto tiempo. Esta situación tan inédita y tan disruptiva ha sumido a la enseñanza en un mar de dudas para las que no hay respuesta; no hay estudios ni evidencias. Lo único que sabemos es que, antes que nosotros, China ha pasado por lo mismo. Allí se cerraron colegios, institutos y universidades en febrero y a mediados de marzo los alumnos comenzaron a regresar a las aulas de manera escalonada.

Pero podemos saber mucho más gracias a los análisis publicados en Best Evidence of Chinese Education, la edición china del Best Evidence in Brief, que es la recopilación científica de evidencias educativas internacionales que realizan investigadores de la Universidad de York (UK) y la Universidad Johns Hopkins (EE. UU.) y que difundimos periódicamente en EduCaixa (enlace).

El pasado 15 de marzo, Best Evidence of Chinese Education dedicó un monográfico a la respuesta dada por el gobierno chino a la suspensión prolongada de las clases en lo que se convirtió en “la actividad educativa on-line de mayor alcance de la historia de la humanidad”, según define el editorial de la publicación (ver original).

‘School’s Out, But Class In’ fue el nombre dado a la campaña creada por el Ministerio de Educación chino para embarcar a sus 270 millones de estudiantes y sus casi 20 millones de centros educativos (incluidas universidades) en un nuevo sistema de educación a distancia, básicamente on-line y reforzado por acuerdos con plataformas tecnológicas y canales de televisión para llegar hasta el último rincón rural del gigante asiático. Definir bien “qué enseñar” y “cómo enseñar” fueron las prioridades marcadas por el gobierno a sus administraciones y a sus escuelas (ver artículo original).

Todo un ejemplo del que pueden extraerse numerosas enseñanzas como, por ejemplo, la definición de las características esenciales que sustentan este nuevo modelo educativo a distancia en la enseñanza reglada:

- Se trata de una “enseñanza escolar en casa” en la que la colaboración familiar es imprescindible. Familia y escuela son interdependientes en este nuevo régimen de “coeducación”. (Enlace aquí)

- Es un aprendizaje autónomo guiado a distancia. (enlace aquí)

- El profesor no solo debe impartir materia, sino que debe ser un guía que ayude a los estudiantes a formular sus planes de aprendizaje y a desarrollar la habilidad de aprender de manera autónoma.

- Hay que redefinir la estructura curricular, los objetivos y los tiempos para lograrlos (incluidos los nuevos horarios de clases), así como encontrar nuevos recursos y nuevos métodos.

- Hay un doble desafío de calidad:

  • Por un lado, en la enseñanza docente: métodos, recursos y estrategias.
  • Pero también en la vida del estudiante: su salud y bienestar son claves para poder desarrollar un aprendizaje autónomo.

- Hay que garantizar un avance progresivo, aunque suave, del aprendizaje de acuerdo a los nuevos objetivos fijados.

- Es necesaria una infraestructura de internet potente que cubra la práctica totalidad del territorio.

- Cuando las aulas hayan abierto de nuevo sus puertas, nada volverá a ser igual: internet estará más presente en la enseñanza, en el aprendizaje y en la gestión educativa, y los estudiantes serán más autónomos.

 

Organización escolar

He aquí algunas de las pautas dadas por el Ministerio de Educación, basadas, por un lado en evidencias científicas sobre enseñanza y aprendizaje, pero también en la urgencia del momento y en la percepción que, sobre la marcha, se tenía del alumnado:

- Los estudiantes tienen nuevas necesidades, así que hay que evitar la tentación de limitarse a adaptar la enseñanza tradicional del aula al medio on-line: ni la planificación, ni los métodos, ni los tiempos deben ser los mismos que antes.

- Hay que coordinar al personal docente en torno a dos figuras y dos funciones:

o Unos “maestros centrales” o “principales” que lideren el proceso de enseñanza-aprendizaje y que sean los que graben las lecciones, busquen los recursos adecuados y tracen la guía de aprendizaje para los estudiantes.

o El resto de docentes debe acompañar y apoyar el proceso diseñado por los maestros principales y centrarse en la atención al alumnado: comunicación con ellos, resolución de dudas…

- No hay que obligar a los alumnos a “fichar”, es decir, a estar presentes en las clases cada día ni a ver vídeos a diario.

- Tampoco la nueva enseñanza debe obligar a adquirir nuevos dispositivos ni materiales, dada la situación de precariedad económica en la que muchas familias han quedado.

- La escuela debe concienciar sobre la importancia de las medidas de prevención sanitaria.

 

Pautas y limitaciones para clases on-line

A ello cabe añadir algunas de las instrucciones dadas en algunas provincias chinas a sus escuelas, como por ejemplo:

- El nuevo horario escolar on-line debe garantizar las siguientes tres fases:

o Lección on-line grabada o en directo.

o Un tiempo on-line dedicado a resolución de dudas.

o Posibilidad de comunicación adicional con los docentes para consultar dudas a lo largo del día.

- El tiempo de cada lección on-line hecha por los docentes (bien grabada, bien en directo) no debe exceder los 20 minutos en primaria y los 30 minutos en secundaria.

- Las tareas encargadas a los estudiantes deben ser coherentes con la nueva manera de enseñar.

- Debe haber exámenes para evaluar lo aprendido de acuerdo a los conocimientos impartidos y el trabajo encomendado.

Sin embargo, China es muy grande y, aunque las clases por videoconferencia se han extendido masivamente, no han sido la única fórmula de enseñanza. En ese mes sin clases presenciales, los investigadores chinos han identificado siete prácticas:

- clases on-line en directo

- clases grabadas

- paquete de recursos (contenidos) enviado por el profesor a sus alumnos

- clases on-line en directo + clases grabadas

- clases en directo + paquete de recursos

- clases grabadas + paquete de recursos

- clases en directo + clases grabadas + paquete de recursos

Sea cual sea la fórmula que ha permitido mantener la escuela china viva, las investigaciones realizadas sobre el terreno revelan que las autoridades educativas y los colegios han tenido que hacer una meticulosa reorganización curricular y metodológica teniendo en cuenta el nuevo papel del docente como “guía” de un aprendizaje en el que los alumnos son los protagonistas (enlace a pieza 2) y en el que las familias son arte y parte (enlace a pieza 3).

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