Son las historias de esfuerzo, y no las de éxito, las que motivan a superarse
Estudio
Son las historias de esfuerzo, y no las de éxito, las que motivan a superarse
La lectura frecuente de historias personales de dificultades y superación puede ayudar a los jóvenes a creer y crecer en su propio esfuerzo, según una investigación que demostró un significativo impacto en estudiantes universitarios, pero escasos efectos en los de Secundaria.
Nivel educativo
- Bachillerato y ciclos formativos
- ESO
Área de conocimiento
- Educación emocional
- Metodologías Educativas
- Orientación Académica y Profesional
Competencias
- Competencia matemática y en ciencia, tecnología e ingeniería
Podemos pensar que las historias de éxito motivan a los jóvenes a esforzarse más para llegar más lejos. Pero, según una investigación, lo que de verdad impulsa a creer y crecer en el esfuerzo no son las historias de éxito, sino las historias de superación de dificultades.
Cuántos referentes de éxito en unos y otros campos se traslada a niños, niñas y adolescentes con la intención de estimularlos, pero olvidando mencionar los fallos, los fracasos y los obstáculos que tuvieron superar esos mismos referentes.
Investigadores de Universidad de Tianjin, en China, se propusieron diferenciar entre historias centradas en el éxito e historias centradas en las dificultades, y demostraron que las segundas sí contribuyen a forjar una mentalidad de crecimiento, a esforzarse más e incluso a que se note en los resultados académicos.
Tener una “mentalidad de crecimiento” es tener la convicción de que la inteligencia, las habilidades y el talento no son algo fijo ni innato, sino que se desarrollan y crecen con el trabajo y la superación de dificultades. Por el contrario, la llamada “mentalidad fija” lleva a interpretar los contratiempos como muestras de incapacidad y eso disuade de aumentar el esfuerzo. Cómo cultivar esa “mentalidad de crecimiento” es, precisamente, el corazón de esta investigación publicada en la revista científica Frontiers of Psichology.
Los investigadores trabajaron con jóvenes de diferentes edades. Por un lado, alumnos de Secundaria; por otro, estudiantes universitarios y graduados universitarios. A todos les presentaron historias de científicos y científicas. Unas, centradas en sus logros (descubrimientos, premios, etc…). Otras, centradas en los obstáculos y contratiempos que tuvieron que superar en su carrera, así como la determinación con la que siguieron adelante. La mentalidad y el rendimiento académico de estos jóvenes se evaluó antes y después del experimento.
Los resultados arrojaron un impacto positivo de las historias de contratiempos y esfuerzo sobre la mentalidad de crecimiento de los estudiantes universitarios, tanto titulados como no titulados aún. Sin embargo, no logró efecto alguno sobre los alumnos de Secundaria, cuya “mentalidad fija” resultó prácticamente inamovible.
El estudio demostró que la cantidad de historias también importa. Si bien en aquellos alumnos con bajo rendimiento académico el impacto de las historias de esfuerzo fue menor en un principio, éste aumentó cuando pasaron a leer más de dos historias a la semana. Y sus parámetros de mentalidad de crecimiento alcanzaron a los de aquellos estudiantes más concienzudos cuando alcanzaron las cinco lecturas por semana.
Con todo, los investigadores demostraron la utilidad de realizar intervenciones basadas en la lectura de historias de esfuerzo y superación de obstáculos para remover conciencias en favor del esfuerzo, y combatir prejuicios sobre la inteligencia y las capacidades como algo estático.
Sin embargo, la investigación plantea el interrogante de cómo conseguir eso mismo en los estudiantes más jóvenes, los de Secundaria, que precisamente deben definir su vocación y elegir rumbo académico.
¿Quieres mantenerte al día de las evidencias educativas más relevantes a nivel internacional? Únete a EduCaixa para no perdértelas.