Práctica de actividades deportivas

La práctica de actividades deportivas se puede desarrollar a través de actividades organizadas después del horario escolar o de un programa organizado por una asociación o club deportivo local. En ocasiones, la actividad deportiva se utiliza como medio para animar al alumnado a participar en otras actividades de aprendizaje, como entrenamientos de fútbol en un club de fútbol local combinado con técnicas de estudio, clases de matemáticas, lengua o TIC.

La actividad física tiene beneficios importantes para la salud, el bienestar y el desarrollo físico. Estos beneficios tienen un valor importante en sí mismos, sin embargo, este artículo del Toolkit se centra en los beneficios de la práctica de actividades deportivas para el rendimiento académico básico, sobre todo, en las áreas de lengua y matemáticas.

1. El impacto que tiene la práctica de actividades deportivas en el rendimiento es positivo, pero bajo (+1 mes). Aunque este resumen de evidencias se centra en la relación entre la práctica de actividades deportivas y el rendimiento académico, es esencial garantizar el acceso del alumnado a actividades deportivas de calidad por los demás beneficios y oportunidades que brindan.
2. El impacto en el rendimiento varía considerablemente entre las distintas intervenciones, y la práctica de actividades deportivas no se traduce directamente en el aprendizaje académico. Es probable que la calidad del programa y el énfasis que haga en el aprendizaje académico o la relación que tenga con este generen una diferencia mayor que el tipo de metodología o actividades deportivas específicas que incluya.
3. Las actividades extracurriculares planificadas que incluyen clases breves, regulares y estructuradas de lectoescritura y matemáticas (ya sea en forma de tutoría o clases en grupo) como parte de un programa deportivo, por ejemplo, una asociación extraescolar o una escuela de verano, tienden a lograr mejores beneficios académicos que las actividades deportivas por si solas.
4. Existen ciertas evidencias de que la práctica de actividades deportivas extraescolares puede aumentar las tasas de asistencia y permanencia del alumnado.

El impacto medio de las intervenciones de práctica de actividades deportivas es de unos dos meses adicionales de progreso a lo largo de un año académico.

Los efectos heterogéneos sugieren que la calidad del programa y el énfasis en el aprendizaje académico, o la relación con este, provocan una diferencia mayor que el tipo de metodología o las actividades deportivas específicas que incluya. La práctica de actividades deportivas y la actividad física probablemente tengan mayores beneficios sociales y para la salud.

Se observan beneficios más amplios de la actividad física regular en cuanto a desarrollo físico, salud y bienestar, pero también otros posibles beneficios como una mejora de las tasas de asistencia.

El alumnado de entornos desfavorecidos puede tener menos probabilidades de beneficiarse de los clubes deportivos y otras actividades físicas fuera de la escuela debido a los costes económicos que conlleva (p. ej., equipamiento). Al ofrecer actividades físicas gratuitas, los centros educativos brindan al alumnado acceso a los beneficios y las oportunidades que, de otro modo, no tendrían a su disposición.

Cuando se considera la posibilidad de ofrecer actividades deportivas que puedan requerir de contribuciones de los padres, los centros educativos deben considerar si se podrían ofrecer plazas gratuitas o subvencionadas al alumnado desfavorecido.

El mecanismo mediante el cual la práctica de actividades deportivas influye en el rendimiento académico es incierto. Podría ser el propio ejercicio físico el que influye en el rendimiento, o las actividades de aprendizaje complementarias que se han integrado en la actividad física en los estudios incluidos en el Toolkit. Entre las formas que tienen los centros educativos de implementar la práctica de actividades deportivas encontramos:

• Actividades regulares organizadas antes o después del horario lectivo
• Organizaciones externas que ofrecen actividades dentro o fuera de la escuela
• La combinación de deportes y actividades físicas con las prácticas de enseñanza y aprendizaje (como la enseñanza de técnicas de estudio, clases de matemáticas, lengua o TIC)
• La integración de metodologías de mentoría en los programas deportivos

Los programas de actividades físicas suelen llevarse a cabo durante periodos prolongados (p. ej., medio trimestre, un trimestre o un curso académico) y los imparten el personal de apoyo, el profesorado o proveedores externos.

En general, los costes medios de implementar la práctica de actividades deportivas se consideran muy bajos. Los costes asociados a la práctica de actividades deportivas se derivan de la formación del personal docente para que lidere los programas y otros recursos o equipamiento adicionales necesarios, la mayoría de los cuales son costes iniciales.

Si bien el coste medio estimado de la práctica de actividades deportivas es muy bajo, si se suman los sueldos del personal extra y las instalaciones, los costes pueden variar entre muy bajos y moderados.

Estos costes estimados dan por sentado que las escuelas ya pagan sus instalaciones deportivas y algunos materiales básicos y equipamientos. Todos estos costes son un requisito previo para implementar la práctica de actividad física, ya que sin ellos el coste probablemente sería mayor.

La fiabilidad de las evidencias en torno a la práctica de actividades deportivas se considera moderada. Se identificaron 61 estudios que cumplen los criterios de inclusión del Toolkit. El tema bajó un grado en la solidez de la evidencia porque un gran porcentaje de los estudios no se evaluó de forma independiente. Las evaluaciones realizadas por organizaciones vinculadas a la metodología, por ejemplo, proveedores comerciales, suelen tener un impacto mayor, lo que puede influir en el impacto general del tema.