Lecciones desde China (III). El papel clave de las familias

Estudio

Lecciones desde China (III). El papel clave de las familias

Las estrategias de enseñanza on-line


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· La revista académica Best Evidence of Chinese Education publica un monográfico sobre las estrategias de enseñanza on-line que han mantenido viva la educación en China durante más de un mes con las aulas cerradas por la epidemia de coronavirus (enlace).

· Uno de sus artículos expone la necesidad de que las escuelas y las administraciones guíen a padres y madres en su nuevo papel de apoyo al aprendizaje autónomo de los estudiantes.

El pasado 15 de marzo, la revista Best Evidence of Chinese Education (edición china del Best Evidence in Brief) dedicó un monográfico a la respuesta dada por el gobierno chino a la suspensión prolongada de las clases en lo que se convirtió en “la actividad educativa on-line de mayor alcance de la historia de la humanidad”, según define el editorial de la publicación.

‘School’s Out, But Class In’ fue el nombre dado a la campaña creada por el Ministerio de Educación chino para embarcar a sus 270 millones de estudiantes y sus casi 20 millones de centros educativos (incluidas universidades) en un nuevo sistema de educación a distancia, básicamente on-line, reforzado por la televisión y sostenido más que nunca en la responsabilidad de las familias.

Precisamente uno de los informes publicados por Best Evidence of Chinese Education profundiza en el papel trascendental que adquieren padres y madres en una enseñanza escolar tiene lugar en casa (ver artículo original). El aprendizaje del alumno pasa a depender de un nuevo régimen de “coeducación” –según definen los investigadores– en el que, sin embargo, los progenitores no tienen por qué saber cómo afrontarlo.

Basándose en la experiencia de una escuela de la provincia de Jiangsu mientras duró el confinamiento de la población y el cierre de las aulas, los investigadores apuntaron las siguientes claves:

- Los docentes tienen una función añadida: la de guiar a los padres para que puedan ser sus aliados.

- El colegio debe ocuparse de aumentar y mejorar sus canales de comunicación y la frecuencia de la misma con las familias.

- Las familias, por su parte, deben ser conscientes de su nueva responsabilidad, y tienen la obligación de formarse o informarse para ello, y de comunicarse de manera fluida con la escuela.

- Padres y madres deben estar atentos a los horarios de lecciones diarias y a las tareas encomendadas, estar pendientes de que sus hijos cumplan con todo ello y facilitarlo con la organización familiar cotidiana. Si surgen dudas, los progenitores deben instar a los niños a que consulten a sus profesores a través de los canales de comunicación establecidos.

- Es clave la implicación de las instituciones provinciales y municipales para concienciar a las familias sobre su nueva responsabilidad, y ayudarlas con recursos o herramientas para ello.

En la citada escuela de la provincia de Jiangsu confluyeron varios factores que hicieron de ella un modelo en la relación entre escuela y hogar:

- En primer lugar, contaba con una plataforma desarrollada específicamente para padres por las autoridades locales, en la que, además de encontrar orientaciones sobre su nuevo rol, las familias tenían a su disposición recursos sobre las materias y los objetivos curriculares de los estudiantes por niveles. De esta manera, tenían un apoyo que se correspondía con la enseñanza que sus hijos estaban recibiendo en sus clases on-line.

- En segundo lugar, el colegio generó una plataforma de comunicación específica con los padres, con un apartado de consultas (preguntas y respuestas) y varios grupos de chats con los profesores de cada asignatura y cada tutor.

- Lo más encomiable fue el rápido rediseño de la programación liderado por un grupo de profesores más veteranos –lecciones grabadas incluidas– y su puesta a disposición de alumnos y familias en la web del colegio. De esta manera, todos sabían el camino trazado para cada asignatura al menos con una semana de adelanto y ello contribuía a una mejor organización del trabajo escolar en casa.

- A ello le sumó un potente sistema de recopilación de datos generados por los propios alumnos sobre sus tareas diarias, así como de transmisión de feedback.

En otro de los informes publicados por el Best Evidence of Chinese Education, los investigadores apuntan que “si los padres no están pendientes de las tareas de sus hijos, no pueden exigirles ningún aprendizaje” (ver informe original). Especialmente citan dos cuestiones a las que los progenitores deben prestar especial atención: si los hijos siguen el plan de trabajo marcado por sus profesores y si son capaces de resolver problemas por sí mismos.

Como la experiencia china ha dejado patente, una de las claves de este repentino y prolongado sistema educativo a distancia es el aprendizaje autónomo por parte de los alumnos. Te lo contamos aquí (enlace). Un aprendizaje autónomo que depende de un profesor guía y de una familia vigilante, que a su vez es guiada por el profesor.

Esos serían los tres pilares que, de acuerdo a la experiencia china (enlace) reportada por Best Evidence of Chinese Education, hacen posible que ‘la escuela en casa’ siga adelante mientras dure el cierre de las aulas por la epidemia de coronavirus.

Best Evidence of Chinese Education es la edición china de Best Evidence in Brief, la publicación científica que recoge las evidencias educativas internacionales más significativas, que divulgamos periódicamente en la web de EduCaixa.

La edición de Best Evidence in Brief corre a cargo de dos prestigiosas instituciones en el campo de la investigación sobre educación: el Institute for Effective Education de la Universidad de York (Reino Unido) y el Center for Research and Reform in Education de la Universidad Johns Hopkins (EE. UU.).

· La revista académica Best Evidence of Chinese Education publica un monográfico sobre las estrategias de enseñanza on-line que han mantenido viva la educación en China durante más de un mes con las aulas cerradas por la epidemia de coronavirus (enlace a la pieza 1).

· Uno de sus artículos expone la necesidad de que las escuelas y las administraciones guíen a padres y madres en su nuevo papel de apoyo al aprendizaje autónomo de los estudiantes.

El pasado 15 de marzo, la revista Best Evidence of Chinese Education (edición china del Best Evidence in Brief) dedicó un monográfico a la respuesta dada por el gobierno chino a la suspensión prolongada de las clases en lo que se convirtió en “la actividad educativa on-line de mayor alcance de la historia de la humanidad”, según define el editorial de la publicación.

‘School’s Out, But Class In’ fue el nombre dado a la campaña creada por el Ministerio de Educación chino para embarcar a sus 270 millones de estudiantes y sus casi 20 millones de centros educativos (incluidas universidades) en un nuevo sistema de educación a distancia, básicamente on-line, reforzado por la televisión y sostenido más que nunca en la responsabilidad de las familias.

Precisamente uno de los informes publicados por Best Evidence of Chinese Education profundiza en el papel trascendental que adquieren padres y madres en una enseñanza escolar tiene lugar en casa (ver artículo original). El aprendizaje del alumno pasa a depender de un nuevo régimen de “coeducación” –según definen los investigadores– en el que, sin embargo, los progenitores no tienen por qué saber cómo afrontarlo.

Basándose en la experiencia de una escuela de la provincia de Jiangsu mientras duró el confinamiento de la población y el cierre de las aulas, los investigadores apuntaron las siguientes claves:

- Los docentes tienen una función añadida: la de guiar a los padres para que puedan ser sus aliados.

- El colegio debe ocuparse de aumentar y mejorar sus canales de comunicación y la frecuencia de la misma con las familias.

- Las familias, por su parte, deben ser conscientes de su nueva responsabilidad, y tienen la obligación de formarse o informarse para ello, y de comunicarse de manera fluida con la escuela.

- Padres y madres deben estar atentos a los horarios de lecciones diarias y a las tareas encomendadas, estar pendientes de que sus hijos cumplan con todo ello y facilitarlo con la organización familiar cotidiana. Si surgen dudas, los progenitores deben instar a los niños a que consulten a sus profesores a través de los canales de comunicación establecidos.

- Es clave la implicación de las instituciones provinciales y municipales para concienciar a las familias sobre su nueva responsabilidad, y ayudarlas con recursos o herramientas para ello.

En la citada escuela de la provincia de Jiangsu confluyeron varios factores que hicieron de ella un modelo en la relación entre escuela y hogar:

- En primer lugar, contaba con una plataforma desarrollada específicamente para padres por las autoridades locales, en la que, además de encontrar orientaciones sobre su nuevo rol, las familias tenían a su disposición recursos sobre las materias y los objetivos curriculares de los estudiantes por niveles. De esta manera, tenían un apoyo que se correspondía con la enseñanza que sus hijos estaban recibiendo en sus clases on-line.

- En segundo lugar, el colegio generó una plataforma de comunicación específica con los padres, con un apartado de consultas (preguntas y respuestas) y varios grupos de chats con los profesores de cada asignatura y cada tutor.

- Lo más encomiable fue el rápido rediseño de la programación liderado por un grupo de profesores más veteranos –lecciones grabadas incluidas– y su puesta a disposición de alumnos y familias en la web del colegio. De esta manera, todos sabían el camino trazado para cada asignatura al menos con una semana de adelanto y ello contribuía a una mejor organización del trabajo escolar en casa.

- A ello le sumó un potente sistema de recopilación de datos generados por los propios alumnos sobre sus tareas diarias, así como de transmisión de feedback.

En otro de los informes publicados por el Best Evidence of Chinese Education, los investigadores apuntan que “si los padres no están pendientes de las tareas de sus hijos, no pueden exigirles ningún aprendizaje” (ver informe original). Especialmente citan dos cuestiones a las que los progenitores deben prestar especial atención: si los hijos siguen el plan de trabajo marcado por sus profesores y si son capaces de resolver problemas por sí mismos.

Como la experiencia china ha dejado patente, una de las claves de este repentino y prolongado sistema educativo a distancia es el aprendizaje autónomo por parte de los alumnos. Te lo contamos aquí (enlace a pieza 2). Un aprendizaje autónomo que depende de un profesor guía y de una familia vigilante, que a su vez es guiada por el profesor.

Esos serían los tres pilares que, de acuerdo a la experiencia china (enlace a pieza 1) reportada por Best Evidence of Chinese Education, hacen posible que ‘la escuela en casa’ siga adelante mientras dure el cierre de las aulas por la epidemia de coronavirus.

Best Evidence of Chinese Education es la edición china de Best Evidence in Brief, la publicación científica que recoge las evidencias educativas internacionales más significativas, que divulgamos periódicamente en la web de EduCaixa.

La edición de Best Evidence in Brief corre a cargo de dos prestigiosas instituciones en el campo de la investigación sobre educación: el Institute for Effective Education de la Universidad de York (Reino Unido) y el Center for Research and Reform in Education de la Universidad Johns Hopkins (EE. UU.).

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