"La robótica tiene la potencialidad de ser facilitadora del aprendizaje"

Hablamos con Jordi Albó Canals, Ph.D. en Ingeniería mecatrónica, robótica y de automatización en La Salle – Universidad Ramon Llull, Barcelona. Participa en 'Matinales de Ciencia' de CosmoCaixa con la charla ¡Nuevos amigos! Los robots sociales están aquí para ayudarnos.

¿Qué son los ‘robots sociales'?

Se trata de robots que fundamentan su comportamiento en sistemas de control basados en relaciones sociales inspiradas por humanos o animales.

¿Qué proyectos ha desarrollado en La Salle Campus Barcelona-Universidad Ramon Llull?

Hemos trabajado robots sociales que actúan como entrenadores personales de niños con lesión cerebral traumática adquirida, ayudando a conseguir una recuperación cognitiva eficiente. También hemos trabajado en robots mascota que mejoran la experiencia de niños enfermos en el entorno hospitalario. Hemos creado robots mediadores sociales, así como actividades robóticas educativas, para ayudar a la inclusión de niños y niñas con autismo.

Una segunda línea de investigación, ahora canalizada a través de EduEnginy -un centro de transferencia de conocimiento de robótica para escuelas- es crear guías de uso de la robótica educativa y social de forma transversal dentro del currículo escolar.

¿Qué implica diseñar y programar robots sociales? ¿Cuáles son las principales diferencias con la robótica ‘clásica'?

Implica entender la ciencia de la interacción entre humanos y robots, que es una combinación de ingeniería, ciencias sociales, usabilidad, etc. Como hemos comentado anteriormente, la robótica social se diferencia en que el diseño de los robots está pensado para integrarse en las pautas de comportamientos sociales entre personas y / o animales.

Cuéntanos brevemente alguna experiencia que te haya impactado.

De forma muy genérica, el vínculo emocional que se establece entre los niños y niñas y los robots sociales. A nivel específico, el hecho de tras estar jugando con uno de los robots dinosaurios, un niño de 7 años que estaba en quimioterapia en el hospital Sant Joan de Déu no se hubiera dado cuenta de que la sesión había acabado hacía más de 30 minutos.

¿Se puede mejorar el aprendizaje a través de la robótica? ¿De qué forma?

De múltiples maneras. Primero, a través del interés, motivación e inmersión que provoca en el aula. Segundo, a través de la capacidad que tiene la robótica para hacer de tutor personalizado e ir proponiendo actividades en función de las capacidades de los niños y, tercero y más propio de la robótica social, creando un atmósfera donde el estado emocional del niño es positivo; a más bienestar del niño/a, mejor aprendizaje.

¿Los niños y jóvenes son más receptivos a la robótica? ¿Qué potencialidades puede tener en la escuela? ¿Cuál es el papel de los profesores?

La respuesta es sí: hay estudios que validan que los niños y niñas tienen una capacidad muy grande de dotar de entidad social a los objetos; mucho más aún si éstos son interactivos.

La robótica tiene la potencialidad de ser un facilitador del aprendizaje, una herramienta más en el aula, como han sido los pupitres, los bolígrafos o el papel. La robótica permite que la actividad intelectual de los profesores pase, por ejemplo, de corregir deberes o exámenes a innovar en educación y transmitir conocimiento a los alumnos, teniendo más tiempo para detectar y tratar aquellos casos singulares dentro del grupo.

¿Cómo valoras tu participación en ‘Matinales de investigación'?

Creo que cualquier tarea de divulgación sobre temáticas de interés social para mejorar la calidad de vida de las personas, o bien para hacer un mundo mejor, es necesaria. Personalmente me provoca una sensación de honor y satisfacción.