El liderazgo no es un título, el liderazgo son acciones

Actualidad Equipo EduCaixa - 14/02/2018
El liderazgo no es un título, el liderazgo son acciones
La relevancia del liderazgo fue destacada durante el Foro Económico Mundial, que tuvo lugar en Davos (Suiza) a finales de enero.
Una de las reflexiones más importantes derivadas del foro giró en torno a las diferentes problemáticas que nos afrontan en este siglo XXI. Líderes de todo el mundo coincidieron en que el cambio climático, las crisis migratorias, los avances tecnológicos y los conflictos geopolíticos no determinarán nuestro futuro, sino que somos nosotros mismos como sociedad quienes construiremos un futuro a partir de las decisiones y acciones que tomemos frente a estos. Es decir, a partir del liderazgo con el que las gestionemos.
Para el sector educativo, la necesidad de un liderazgo constructivo no es menos importante. Es bien sabido que los cambios tecnológicos y socioeconómicos están transformando el mundo a un ritmo exponencial, lo cual requiere una respuesta rápida y oportuna por parte de todos los actores trabajando en el ámbito educativo.
Numerosas investigaciones realizadas durante las dos últimas décadas han demostrado que el liderazgo de equipos directivos es la segunda variable con mayor impacto sobre el aprendizaje de los alumnos.
A pesar de esto, el debate en torno a la necesidad de innovar en las aulas se enfoca, sobre todo, al uso de la tecnología, la implementación de nuevas metodologías y la formación del profesorado, pero poco se habla y se hace respecto al liderazgo y el papel de los equipos directivos.
Es importante tener presente que, si bien los equipos directivos no están en contacto directo con los estudiantes en las aulas en la misma medida que un docente, estos tienen influencia directa sobre muchas variables determinantes en la calidad del aprendizaje y la motivación del alumnado por aprender. Entre las más destacadas se encuentran:
- Establecer una visión, misión y objetivos que son entendidos y compartidos por todos los miembros de la escuela.
- Facilitar la formación continua del profesorado.
- Proveer al alumnado de las herramientas y espacios de recreación y aprendizaje necesarios.
- Establecer sistemas de evaluación y monitoreo para la adaptación y mejora constante de la calidad educativa a través de la recolección y análisis de datos tanto cualitativos como cuantitativos de manera periódica y sistemática.
- Implementación apropiada de la política pública educativa.
Es necesario enfatizar que no existe un modelo de liderazgo universal y aplicable en todas las escuelas. Quizá la tarea más importante sea entonces la de analizar rigurosamente el contexto específico de la escuela. Como ya sabemos, no todas las escuelas son iguales, por lo que el tipo de liderazgo que cada una requiere suele variar en función de sus necesidades. Un líder debe saber identificar los puntos de su cadena de influencia que merecen mayor tiempo, esfuerzo y recursos.
¿Quieres aprender más acerca del liderazgo en la educación? ¿Qué constituye un buen liderazgo exactamente? ¿Qué elementos, acciones y actitudes son necesarios? ¿Cómo identificar el tipo de liderazgo de más necesita tu escuela? Proximamente estaremos debatiendo sobre estas y otras preguntas con Beatriz Pont, investigadora y analista de la OCDE especializada en liderazgo escolar. Mantente informado en (R)evolución educativa.
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