Actualidad - 10/02/2023

Diseñar la formación del profesorado teniendo en cuenta las evidencias


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El aprendizaje del alumnado está influenciado por numerosos factores, incluyendo sus expectativas, su motivación, su comportamiento, su entorno, los recursos de sus familias, la organización escolar o la calidad del profesorado (OECD, 2005; Roca, 2018).

 

Esta última variable ha sido estudiada por numerosas investigaciones, indicando, en la mayoría de los casos, que existe una relación positiva entre los resultados académicos del alumnado y la calidad del profesorado. Cuando se habla sobre calidad del profesorado, surgen numerosas preguntas sobre qué significa calidad, qué características debe tener un buen docente, cómo se miden o reconocen esas características, o cómo influye la formación recibida.

 

Con la intención de dar respuesta a estas preguntas, la Education Endowment Foundation (EEF) publicó en 2021 la guía “Effective professional development”. En ella se recogen una serie de recomendaciones para diseñar formaciones docentes de calidad. Estas recomendaciones están basadas en lo que la EEF llama los mecanismos o piezas clave que tiene cualquier programa de desarrollo profesional de calidad. Estos mecanismos son técnicas, metodologías o prácticas observables, replicables y basadas en las investigaciones sobre el comportamiento humano. La calidad de un programa formativo depende de estos mecanismos y cuantos más mecanismos tiene un programa de desarrollo profesional, mayor es su impacto en las personas que lo reciben.

 

En esta guía se presentan 14 mecanismos organizados en 4 grandes bloques: construir conocimiento, motivar a los docentes, desarrollar técnicas para la docencia y llevar estas técnicas al aula.

 

Construir conocimiento

Las formaciones deben aportar nuevo conocimiento a los docentes. Para ello, los facilitadores deben tener en cuenta que es importante no sobrecargar a los participantes, presentando demasiada información al mismo tiempo. Es decir, deben manejar la carga cognitiva. Para ello, es imprescindible tener en cuenta los conocimientos previos de los docentes.

 

Motivar a los docentes

Los docentes, al igual que el alumnado de los centros educativos, necesitan estar motivados para poder aprender. Para ello, es recomendable que en las formaciones que reciben, los facilitadores establezcan los objetivos de las formaciones con los propios docentes, presenten información de fuentes creíbles y rigurosas y den feedback positivo durante el desarrollo de la formación.

 

Desarrollar técnicas para la docencia

Las técnicas van a permitir a los docentes entrar en acción en el aula y cambiar su práctica para mejorar la evaluación, la gestión del aula o el trabajo colaborativo. Son los principios activos de una buena docencia. Por ello, las formaciones para docentes deben instruir a los docentes en cómo llevar a cabo esa técnica, modelándola y ensayándola. Además, durante el proceso formativo, los docentes deben recibir apoyo y feedback de calidad por parte de mentores expertos, compañeros con experiencia o a través de comunidades de práctica.

 

Llevar técnicas al aula

Una vez que los docentes han construido nuevos conocimientos, están motivados y saben cómo realizar una nueva técnica, es el momento de que estas lleguen al aula. Para que esto ocurra, es recomendable que los facilitadores de la formación se comuniquen con los docentes para compartir indicaciones o consejos a lo largo del proceso. Además, pueden ayudarles a planificar cómo van a llevar a cabo las técnicas en el aula y animarles a que hagan seguimiento de sus acciones y a que repitan la misma técnica una y otra vez en el mismo contexto hasta que realmente sea aprendida.

 

Es recomendable que estos 14 mecanismos estén presentes en todas las formaciones o programas dirigidos a los docentes. Sin embargo, no hay que olvidar la última recomendación que aparece en esta guía y que es crucial: los programas de formación docente tienen que tener en cuenta el contexto y las necesidades de los centros educativos. Para ello, es imprescindible que los equipos directivos, por una parte, tengan claras cuáles son sus líneas estratégicas y sus necesidades a la hora de escoger formaciones para el claustro. Y por otra, que los programas formativos tengan la capacidad de adaptarse a los centros de forma inteligente, esto es, manteniendo los “mecanismos” y adaptando todo lo demás.

 

Como ya sabemos, la calidad del profesorado y el progreso de los estudiantes en el sistema educativo están íntimamente relacionados, por lo que es imprescindible que se siga investigando, debatiendo y reflexionando sobre cómo introducir los mecanismos clave en las formaciones iniciales y continuas que reciben los docentes.

 

 

Bibliografía:

EEF (2021). Effective professional development.

OECD (2005). Teachers matter: attracting, developing and retaining effective teachers.

Roca, Esther (2018). Impacto científico, político y social de la formación del profesorado basada en actuaciones docentes de éxito. Tesis Doctoral.

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Jose Carlos Goicochea

17/03/2023

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