Cooperar más y competir menos

El pasado 21 de septiembre iniciamos el ciclo de conferencias (R)evolución educativa de la mano de David Johnson, experto del aprendizaje cooperativo (AC). Más de 180 profesores tuvieron la oportunidad de debatir y establecer un diálogo acerca de las principales características de esta metodología.

Una de las principales conclusiones de la jornada, en la que se dio respuesta a las dudas más comunes y se compartieron testimonios de buenas prácticas y experiencias en el aula, fue la confirmación de que la cooperación es dar y recibir. Esta premisa constituye la base del AC, y su principal ventaja frente a las metodologías competitivas e individualistas tradicionales. La práctica y el aprendizaje en grupo redundan en un mejor rendimiento individual.

Esto, que ha sido demostrado por más de 30 años de investigación académica, también ha sido destacado por los profesores asistentes, quienes han señalado que "si todos aprenden, cada uno aprende", a la vez que han enfatizado en "la mejora psicoafectiva del aprendizaje cooperativo", ya que "si aprendemos juntos, mejoramos individualmente", además, "lo que aprendes en el grupo hoy, serás capaz de hacerlo solo mañana".

Destacó Johnson que las tareas y las pruebas de evaluación tradicionales son malos indicadores del aprendizaje, en cambio, una dinámica cooperativa de grupo da lugar a una medida real de aprendizaje: ver cómo los estudiantes son capaces de explicar ideas, conceptos y procesos, los unos a los otros.

Ahora bien, algo está claro y es que agrupar estudiantes no es suficiente. Es necesario estructurar los grupos de manera heterogénea, mezclando estudiantes con habilidades y disposiciones diversas. Solo así podrá crearse una dinámica de interdependencia positiva y de corresponsabilidad.

Si bien los profesores tienen un rol fundamental en el AC, las dinámicas constructivas deben ir más allá del aula, pues deben pasar a formar parte de la cultura de centro. Para tal tarea, la labor de los directivos es muy importante. Si se desea fomentar la cooperación entre estudiantes, es necesario liderar con el ejemplo. Las dinámicas entre profesores y directivos institucionales, asimismo, deben ser cooperativas. Este aspecto también ha sido destacado por los profesores asistentes, que señalan que "es necesario un cambio profundo en la estructura y la organización del centro, ir más allá de las áreas y las aulas".

La valoración de los asistentes a esta nueva forma de trabajo es muy positiva; destaca que "el maestro debe convertirse en diseñador de experiencias educativas" y que "lo importante es atreverse a enseñar de otra manera. No es fácil el cambio, pero vale mucho la pena".

Tras el éxito de esta convocatoria que fue seguida virtualmente por más de 200.000 personas, EduCaixa continuará fomentando, a lo largo de este curso escolar, la reflexión con su ciclo de conferencias (R)evolución educativa en diferentes ciudades de España.