Cuando la escuela no lo parece: el modelo Vittra

Sin aulas, sin pizarras, sin exámenes de acceso… Y sí, ¡son escuelas! Hablamos del modelo Vittra, que gestiona una treintena de centros educativos en Suecia con una filosofía que puede parecernos –y lo es- rompedora.

Sin embargo, Vittra funciona ya desde hace veinte años en el país escandinavo con gran éxito de resultados. Sus 8.500 alumnos actuales son libres, autónomos y se sienten altamente motivados en una escuela con unas características que, sin duda, rompen estereotipos.

Pero, ¿cuál es la fórmula de las escuelas Vittra? A continuación, apuntamos los aspectos más relevantes:

1/ El espacio: la organización física del entorno de aprendizaje es uno de sus pilares fundamentales. Su arquitectura apuesta por los espacios abiertos ya que prácticamente no existen aulas. Alumnos y profesores circulan libremente por el centro y trabajan en sofás, sentados en cojines o, incluso, tumbados en el suelo. Por ello, el diseño interior se cuida al milímetro, para ofrecer espacios diáfanos (la mayoría de paredes son de cristal), cómodos y motivadores, que no ‘encierran' ni a los alumnos ni a sus ideas.

2/ El tiempo: Igual que el espacio, el horario también se caracteriza por la flexibilidad. Las clases suelen durar entre 60 y 120 minutos, en función de la asignatura a tratar y de la edad del alumno. El objetivo es que éste, con la guía del profesor, organice su tiempo y consiga entender los contenidos y realizar las tareas con margen suficiente para terminarlas.

3/ Los contenidos: El modelo de aprendizaje en Vittra se focaliza en la experiencia y en la resolución de problemas y retos cotidianos (pero siempre en concordancia con el currículum sueco). Un estrecho vínculo con la realidad que aumenta su motivación y despierta su creatividad en un entorno estimulante en que los profesores ejercen de acompañantes.

En este contexto, el uso de la tecnología tiene también un papel clave a la hora de facilitar herramientas y fomentar la autonomía de los estudiantes. Y la enseñanza 100% bilingüe desde el principio (sueco-inglés) les da facultades para desenvolverse en un contexto internacional.

4/ La evaluación: Es totalmente individualizada y atiende al desarrollo de cada alumno tanto en contenidos curriculares como en actitud, logros y metas conseguidas. A través del ‘libro Vittra', padres y alumnos pueden hacer un seguimiento constante de la evaluación a través de Internet.

Pero, ¿cómo se gestionan las escuelas Vittra? Aunque la organización corre a cargo de una empresa privada, sus 27 centros educativos reciben un 100% de financiación pública. Por ello no se cobra matrícula ni se realizan exámenes de acceso: las admisiones se hacen por orden de llegada.

Un modelo rompedor con una fórmula que, seguramente, ha dejado boquiabierto a más de uno. Pero que muchos padres –y alumnos- suecos no estarían dispuestos a cambiar por una escuela más tradicional.

Amplía la información en:

Vittra International Schools

El Observatorio

Vittra, la escuela sin paredes

Y en Finlandia…

La parte arquitectónica del éxito de las escuelas finlandesas