





Hoy vamos a presentaros a un nuevo amigo: se llama Boni y es de Filipinas. Su nombre, en realidad, es el diminutivo de Bonifacio.
¿Sabías que en ese país, por la herencia española, se usan aún muchos nombres de pila que aquí se consideran antiguos o de gente mayor?
Por ejemplo, en su familia hay Eustaquio, Florencio, dos Anicetas, varias Doroteas y un largo etcétera de nombres que sus compañeros de escuela le piden repetir mientras se mueren de risa y se inventan variaciones y apellidos como «Eustaquio Latrompa» o «Secundino Tercero».
Nuestro amigo vive con su madre en Madrid.
Cuando Boni llegó a España, sus compañeros se extrañaron de lo rápido que consiguió aprender el castellano.
Pero no tiene ningún misterio porque es de Zamboanga, en la región de Mindanao, y allí se habla el dialecto chabacano, que es una mezcla de español, tagalo y dialecto cebuano.
Al hablar siguen usando muchas expresiones del castellano que ya no se oyen aquí.