La construcción del argumento de cualquier historia parte de dos premisas:
- 1. Es necesario que sea verosímil, es decir, que la relación entre los acontecimientos sea coherente.
- 2. Es necesario que sea interesante, o lo que es lo mismo, que los acontecimientos estén planteados de manera que la persona que lea o escuche la historia tenga interés por saber que pasará después.