En el bosque vertical, las plantas ya no están a nuestros pies, sino delante de nosotros. Este cambio de posición nos brinda la oportunidad de experimentar con otros puntos de vista, de jugar con perspectivas y maneras de ver distintas a la humana. Por eso, en el taller el alumnado ensayará nuevas formas de relacionarse con los demás seres vivos y descubrirá cómo se ve el mundo desde otros ojos. ¿Y si esos ojos fueran de un insecto? ¿Cómo nos vería él a nosotros...?
Objetivos de la actividad
Apreciar la belleza de la naturaleza y disfrutar con la creación artística.
Empatizar con otros seres vivos, para fomentar el respeto por el entorno natural.
Comprender las necesidades de las plantas.